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Cómo blindarte financieramente si pierdes tu trabajo. Presupuesto Mínimo Flexible (PMF)

Actualizado: 11 oct

El plan para sobrevivir y decidir con tranquilidad

Presupuesto Mínimo Flexible
Presupuesto Mínimo Flexible

El Presupuesto Mínimo Flexible (PMF) responde una pregunta fundamental que todos deberíamos poder contestar:


¿Cuánto tiempo puedes sobrevivir con tus ahorros si tu fuente de ingresos se reduce, se ve afectada o desaparece por completo?


Su propósito va más allá de garantizar supervivencia durante al menos seis meses (el tiempo promedio que puede tomar recuperar o reemplazar ingresos perdidos). El PMF te proporciona algo invaluable en momentos de crisis: tranquilidad mental y lucidez para tomar decisiones importantes sin la presión del pánico financiero.


Esta herramienta representa la aplicación práctica de los principios de adaptación financiera: mientras más rápido armes tu PMF, menos daño sufrirás cuando lleguen los imprevistos. Y si lo construyes antes de que ocurra una crisis, tendrás la ventaja de anticiparte a los problemas en lugar de solo reaccionar a ellos.


En resumen, es un cálculo simple que responde:


¿Cuántos meses puedo vivir con mis ahorros si pierdo mi trabajo o se reducen mis ingresos?


Funciona separando tus gastos en dos grupos:


-Los esenciales que no puedes eliminar (vivienda, comida, salud, transporte, deudas)

- Y los que puedes cortar de inmediato si es necesario (restaurantes, entretenimiento, ropa, suscripciones).


Al eliminar los gastos no esenciales en una emergencia, el mismo dinero que tienes ahorrado te dura el doble o el triple de tiempo, dándote tranquilidad mental para buscar nuevas oportunidades sin tomar decisiones desesperadas. No es para vivir siempre con lo mínimo, sino para saber exactamente cuánto tiempo puedes resistir si sufres un colapso financiero.


Resiliencia Financiera
Resiliencia Financiera

Paso 1: Saber en dónde estás parado


Evalúa tus deudas por completo.


El primer paso requiere honestidad total. Haz un listado completo de todas tus deudas y sus cuotas mensuales, sin excepción:


  • Créditos de consumo - Préstamos personales y de libre inversión

  • Tarjetas de crédito - Tanto el pago mínimo como el saldo total

  • Créditos de vehículo - Cuota mensual y saldo pendiente

  • Hipoteca - Cuota de vivienda y tiempo restante

  • Créditos educativos - Propios o de familiares que financias

  • Deudas familiares o personales - Dinero que debes a terceros.


Regla de oro fundamental: el pago total de tus deudas no debería superar el 30% de tus ingresos mensuales. Si actualmente estás por encima de ese nivel, necesitas renegociar de inmediato para reducir las cuotas y siempre que tengas la posibilidad, realiza pagos anticipados de capital: esto reduce significativamente los intereses futuros y acorta la vida de la deuda.


Advertencia crítica: en caso de crisis o pérdida de ingresos, resolver el tema de las deudas debe ser tu prioridad absoluta. Si no tomas medidas preventivas, un problema temporal de ingresos puede convertirse en una situación permanente de sobreendeudamiento que te acompañe durante años, limitando fuertemente tus opciones futuras.


Calcula tu colchón de emergencia actual


Revisa cuánto dinero tienes ahorrado hasta este momento, considerando todas las fuentes disponibles:


  • Cuentas de ahorro - Dinero inmediatamente disponible

  • Inversiones líquidas - Fondos que puedes retirar rápidamente sin penalización

  • Efectivo disponible - Dinero en casa o cuentas corrientes.


Divide ese monto total entre tu gasto mensual actual. Ese resultado te dice exactamente cuántos meses puedes resistir manteniendo tu nivel de vida normal.


Regla de oro: deberías tener ahorrado, como mínimo absoluto, el equivalente a seis meses de tus gastos mensuales. Este fondo representa el verdadero punto de partida financiero.


Ten en cuenta también recursos potenciales como una indemnización o liquidación laboral en caso de terminación del contrato. Ese dinero, si existe, puede convertirse en una parte complementaria de tu colchón de emergencia temporal.


Considera tus inversiones disponibles


Incluye inversiones que puedan convertirse en liquidez sin pérdidas significativas:


  • Fondos de inversión colectiva - Verifica tiempos de redención

  • CDT o ahorros a término - Evalúa penalidades por retiro anticipado

  • Acciones o ETF - Considera volatilidad y facilidad de venta

  • Propiedades con renta - Ingresos adicionales que continúan durante la crisis.


En situaciones de crisis, las inversiones líquidas funcionan como un seguro adicional que puede extender significativamente tu capacidad de resistencia financiera.


Paso 2: Define tus gastos mínimos con precisión


La clave del PMF está en clasificar todos tus gastos en dos categorías mutuamente excluyentes:


Gastos esenciales (los que no puedes eliminar)


Estos gastos son literalmente indispensables para tu supervivencia y la de tu familia:


  • Vivienda - Arriendo, hipoteca, administración, servicios básicos

  • Alimentación básica - Comida necesaria, no restaurantes ni lujos

  • Salud - EPS, medicina prepagada, medicamentos esenciales

  • Transporte - Pasajes, gasolina indispensable, mantenimiento básico del vehículo

  • Educación - Colegios, universidades (si no puedes interrumpir)

  • Cuotas mínimas de deudas - Pagos que no puedes suspender sin consecuencias legales.


Gastos no esenciales (los que puedes eliminar inmediatamente)


Estos gastos, aunque importantes para tu calidad de vida, pueden cortarse completamente en caso de emergencia:


  • Ropa y compras por impulso - Todo lo que no sea estrictamente necesario

  • Salidas y entretenimiento - Cine, restaurantes, eventos sociales

  • Viajes y vacaciones - Todas las actividades recreativas costosas

  • Suscripciones digitales - Netflix, Spotify, aplicaciones de pago

  • Restaurantes frecuentes - Comida por fuera de casa por comodidad

  • Gimnasios y hobbies costosos - Actividades que requieren pagos mensuales


Los gastos no esenciales funcionan como un fusible de seguridad: en el momento que tus ingresos disminuyan, estos son los primeros que debes cortar sin vacilar. Al hacerlo, alargas automáticamente la vida de tu colchón de emergencia y aumentas tu capacidad de resistir una crisis prolongada.


Ejemplo práctico: el poder del PMF


Ejemplo práctico: el poder transformador del PMF


Imaginemos a Ana, una profesional que gana $3,000 USD mensuales. Sus gastos normales son $2,800 USD, y tiene ahorrados $10,800 USD. Su situación se ve así:


Gastos mensuales normales de Ana:


  • Gastos esenciales: $1,800 USD (arriendo $800, comida básica $400, transporte $200, salud $200, pago mínimo deudas $200)

  • Gastos no esenciales: $1,000 USD (restaurantes $300, entretenimiento $200, ropa $150, suscripciones $50, gimnasio $80, gastos varios $220)


Escenario 1: Ana mantiene su estilo de vida normal


  • Ahorros disponibles: $10,800 USD

  • Gasto mensual: $2,800 USD

  • Supervivencia: $10,800 ÷ $2,800 = 3.86 meses


Escenario 2: Ana activa su PMF (solo gastos esenciales)


  • Ahorros disponibles: $10,800 USD (los mismos)

  • Gasto mensual: $1,800 USD (elimina los $1,000 de gastos no esenciales)

  • Supervivencia: $10,800 ÷ $1,800 = 6 meses completos


El resultado: Sin ahorrar un dólar adicional, Ana duplicó su tiempo de supervivencia financiera de 3.86 meses a 6 meses completos. Esos 2.14 meses extra pueden ser la diferencia entre encontrar un nuevo trabajo con calma versus aceptar cualquier oferta por desesperación.


Si Ana quisiera llegar a 8 meses de cobertura manteniendo su estilo normal, necesitaría ahorrar $11,600 USD adicionales ($2,800 x 8 meses - $10,800 actuales). Con el PMF, llega a 6 meses sin ahorrar nada extra, y solo necesitaría $3,600 USD adicionales para llegar a 8 meses ($1,800 x 8 meses - $10,800).


Esta es la lógica transformadora del Presupuesto Mínimo Flexible: al identificar y eliminar conscientemente los gastos no esenciales, multiplicas tu capacidad de supervivencia con los recursos que ya tienes, convirtiendo una situación financiera frágil en una posición de fortaleza y tranquilidad.


Paso 4: Estrategias para optimizar tu PMF


Cada reducción en tus gastos esenciales aumenta directamente los meses que puedes sobrevivir:

  • Cancela suscripciones - Revisa todas las que pagas automáticamente y no usas

  • Optimiza seguros - Verifica coberturas y busca alternativas más económicas

  • Negocia contratos - Telefonía, internet, TV por cable tienen margen de negociación

  • Revisa comisiones bancarias - Busca alternativas que te cobren menos

  • Considera cambios de vivienda - Si el arriendo es muy alto para tus ingresos

  • Evalúa el transporte - Alternativas más económicas para movilizarte

Recuerda que estamos hablando de optimización gradual: cada pequeña mejora se acumula y puede representar diferencias significativas en tu capacidad de supervivencia financiera.

Paso 5: Consolidación y monitoreo

Crea un documento que contenga toda esta información vital:

  • Ingreso mensual actual - Cantidad exacta y fuentes

  • Inventario completo de deudas - Saldos, cuotas, tasas de interés

  • Ahorros e inversiones totales - Liquidez inmediata y a mediano plazo

  • Gastos esenciales vs no esenciales - Clasificación detallada

  • Meses de cobertura - Con gastos normales y con PMF

  • Plan de acción - Qué harías específicamente en caso de crisis


Esta hoja se convierte en tu brújula durante cualquier tormenta financiera. Te permite tomar decisiones basadas en datos reales, no en emociones o pánico.


El Presupuesto Mínimo Flexible no es solo un ejercicio de cálculo: es un plan integral de tranquilidad que te proporciona tiempo y claridad mental para tomar las mejores decisiones posibles durante los momentos más difíciles.


Recuerda siempre:


En una crisis financiera real, lo primero que debes proteger y resolver son tus deudas. Si no lo haces rápidamente, un problema temporal de ingresos puede convertirse en una carga permanente que limite tus opciones durante años. El PMF te da las herramientas para adaptarte efectivamente a situaciones adversas y salir fortalecido de ellas.


Este artículo ha sido elaborado con fines informativos y educativos. No constituye asesoría financiera personalizada. Se recomienda consultar con un asesor financiero para obtener asesoría personalizada sobre tu situación particular.


Si estás buscando una manera efectiva de mejorar tu situación financiera, te invito a contactarme.

Como experto en finanzas personales, y con la ayuda de un Coach Ontológico podemos ayudarte a:


  • Identificar tus creencias y patrones limitantes que te impiden alcanzar tus objetivos financieros.

  • Crear un plan financiero personalizado que se ajuste a tus necesidades y estilo de vida.

  • Implementar estrategias para optimizar tus ingresos y reducir tus gastos.

  • Aprender a invertir de forma inteligente y segura.

  • Tomar decisiones financieras responsables


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