Pedir o no una hipoteca.
- Luis Enrique Vallejo Sanz
- hace 47 minutos
- 7 Min. de lectura
Los 6 factores a tener en cuenta para tomar una de las decisiones más importantes de tu vida.
Artículo con guía descargable
¿Estás preparado?

"La ignorancia genera más confianza que el conocimiento", esta es una frase que se aplica a cualquier decisión importante, sobre todo cuando se trata de decisiones financieras. Me ha tocado ver personas firmar créditos hipotecarios y de todo tipo, con una confianza asombrosa, basándose solo en: "la cuota me cabe en el presupuesto" o "el banco me ofreció un crédito".
Esa excesiva confianza, que nace de la falta de conocimiento, genera algunas de las peores decisiones financieras. La persona incompetente no tiene las habilidades necesarias para autoevaluarse, y en hipotecas, esto significa que muchos no pueden analizar con números si realmente están preparados para una deuda que sacrificará su flujo de caja durante una buena parte de su vida.
La pregunta a responder:
¿Es AHORA mi momento?
Este artículo NO trata sobre si es mejor comprar vivienda o seguir arrendando. Trata sobre una pregunta más específica:
¿Debería pedir una hipoteca ahora, con las condiciones financieras que tengo en este momento, o es mejor esperar?
La verdad incómoda es que para la mayoría de las personas que están considerando comprar vivienda, la respuesta honesta es:
Aún no es el momento.
Y reconocer esto no es fracaso, es tomar una decisión informada.
En la vida hay que dar pasos, porque si te quedas parado, te rebasa el mundo. Esto es cierto. Pero dar pasos ciegos hacia una hipoteca que no puedes sostener no es avanzar, es estancarte financieramente los próximos 20 o 30 años.
Por qué entender CÓMO funciona marca la diferencia
Antes de preguntarte si debes pedir una hipoteca, necesitas entender qué estás asumiendo. Una hipoteca mal tomada puede destruir tu capacidad de ahorro durante décadas, eliminar cualquier posibilidad de inversión, convertir cualquier imprevisto en crisis existencial, y atraparte en un trabajo que odias porque "tengo que pagar la casa".
Por otro lado, una hipoteca bien tomada crea patrimonio sólido, da estabilidad emocional, puede valorizarse con el tiempo, y eventualmente elimina el pago mensual de vivienda. La diferencia entre estos dos escenarios no depende de la suerte, sino del conocimiento.
Los 6 factores que determinan si AHORA es tu momento
La mayoría toma la decisión basándose en UN solo factor: la cuota mensual, y este es el error más costoso, la cuota no es la razón, es la consecuencia de tomar una decisión informada, y para tomar de forma adecuada esta decisión, hay 6 factores interdependientes, y solo cuando TODOS están alineados, deberías proceder.
Factor 1: Uso — ¿Para qué quieres esta vivienda?
Esta pregunta define todo. No es lo mismo comprar para vivir a largo plazo (buscas estabilidad familiar y crear raíces), que para arrendar como inversión (necesitas que la renta cubra cuota + gastos + genere flujo positivo), o para revender en mediano plazo (requieres zona en valorización y timing de mercado).
Si no tienes absolutamente claro el uso, detente aquí. Esa falta de claridad es señal de que estás tomando la decisión por razones equivocadas: presión social, emoción, o porque "todos lo están haciendo".
Factor 2: Tiempo — El horizonte que nadie calcula
Si no puedes pagar la hipoteca en máximo 20 años, probablemente estás comprando algo más caro de lo que deberías. El plazo de 20-30 años que promocionan los bancos es una trampa costosa. Una hipoteca a 30 años significa que vas a terminar pagando casi el triple del valor original.
El punto dulce: 10 años
Existe un equilibrio perfecto donde se combinan cuota manejable e intereses razonables: 10 años.
5 años: Cuota muy alta, compromete flujo de caja
10 años: Cuota manejable + intereses razonables
15 años: Los intereses empiezan a pesar demasiado
20 años: Plazo máximo recomendable
30 años: Pagas más en intereses que el valor de la vivienda (evitar)
Si necesitas más de 20 años para que la cuota sea "pagable", estás comprando por encima de tus posibilidades o aún no tienes suficiente capital inicial.
Factor 3: Tasa — El costo invisible.
Tasa fija: Pagas la misma tasa durante todo el plazo.
Ventajas:
-Certeza absoluta, nunca aumenta.
-Mientras tu ingreso aumenta año tras año, el porcentaje que dedicas a la cuota disminuye.
-En 10 años, esa cuota que al inicio era el 35% de tu ingreso puede ser apenas el 20%, volviéndose irrelevante al largo plazo.
Tasa variable: En Colombia se ata a la UVR (Unidad de Valor Real), que refleja la inflación.
Ventaja:
-Puede ser más baja inicialmente.
-No veo más ventajas aceptables.
Desventajas:
-Incertidumbre total. Solo vale la pena cuando la inflación está consistentemente por debajo del 3.5%, situación rara a largo plazo.
- Recuerda que no solo la cuota está indexada a la inflación, también el saldo lo está, lo que puede llevar a que en un momento dado, termines debiendo más de lo que pediste prestado. Esto pasa sobretodo en épocas de inflación alta.
Regla fundamental: La tasa nunca debería superar el 55% de la tasa de usura vigente. Si te ofrecen algo cerca de ese límite, el banco te considera alto riesgo.
Para la mayoría, especialmente en primera vivienda, una tasa fija da mucha más tranquilidad. Pequeñas mejoras del 1% en la tasa pueden ahorrarte literalmente decenas de miles de dólares durante la vida del crédito.
Factor 4: Capital ahorrado — La base no negociable
Si no tienes ahorrado mínimo el 30% del valor de la vivienda, NO estás listo para pedir una hipoteca.
¿Por qué es crítico?
- Reduce dramáticamente el monto del crédito (menos deuda = menos intereses)
- Mejores condiciones bancarias (los bancos dan mejores tasas)
- Demuestra disciplina financiera real
- Crea colchón de seguridad para imprevistos
En Colombia, si tu ingreso familiar no supera los 4 salarios mínimos, puedes acceder a subsidios de vivienda de las cajas de compensación que te ayudan a completar la cuota inicial. Ese dinero reduce directamente el monto que debes pedir prestado.
Por otro lado, hay épocas en las que podemos acceder a subsidios otorgados por el gobierno.
Pero NO uses TODO tu ahorro en la cuota inicial. Después de dar ese 30% (incluyendo subsidios, si aplica), aún deberías tener un fondo de emergencia equivalente a 6 meses de gastos.
Factor 5: Cuota — La consecuencia, NO el punto de partida
El error más devastador: tomar la decisión basándose ÚNICAMENTE en si "la cuota les cabe" en el presupuesto.
La cuota NO es el punto de partida de tu análisis. Es el RESULTADO de haber tomado decisiones correctas en todos los factores anteriores.
Además, la cuota hipotecaria NO es tu único gasto:
- Administración (si aplica): $100-300 mensuales
- Predial: Impuesto anual sobre la propiedad.
- Servicios públicos.
- Mantenimiento: Reparaciones, pintura, plomería.
- Seguros obligatorios: De vida y del inmueble
Suma TODO esto a la cuota mensual. Ese es el número que debes poder pagar cómodamente.
Límites seguros:
Las cuotas sumadas de todos los créditos, no deberían ser superiores al 30% de los ingresos familiares totales
Máximo: 40% de ingresos totales (incluyendo TODAS las deudas)
Factor 6: Restricciones — Los límites reales
A. Capacidad de endeudamiento real
El Ratio Deuda-Ingreso (DTI) te dice qué porcentaje de tus ingresos brutos se destina al pago de TODAS las cuotas mensuales de deudas, incluyendo la futura hipoteca.
< 30%: Excelente posición, margen de maniobra
31-40%: Aceptable pero ajustado, cualquier imprevisto complica
> 40%: Sobreendeudamiento crítico, NO pidas más crédito
B. Estabilidad de ingresos
Los bancos buscan:
Empleados: Mínimo 2 años en el mismo sector o empresa
Independientes: Ingresos demostrables y estables durante al menos 2 años
C. Historial crediticio
Tu puntaje se basa en:
Comportamiento de pago histórico (cada retraso reduce tu puntaje)
Nivel de endeudamiento actual (cuántas deudas activas simultáneamente)
Estrategia efectiva: Antes de solicitar la hipoteca, liquida o reduce al máximo tus otras deudas. Esto mejora tu scoring, reduce tu DTI, y te da mejores tasas.
El error del 99%: Pensar que la cuota lo es todo. Esta es la manifestación perfecta de que la ignorancia genera más confianza que el conocimiento.
He visto personas firmar hipotecas porque "la cuota les cabía" sin considerar:
- Que con tasa variable esa cuota puede aumentar 30-50%
- Que pagarán el doble o triple del valor en intereses
- Que cualquier imprevisto los dejará en mora (sin fondo de emergencia)
- Que están comprando a costa de no poder invertir en nada más durante décadas
- Que la "libertad" de casa propia se convierte en esclavitud laboral para pagar la cuota
La cuota debe ser máximo 30-40% de tus ingresos familiares, pero ese porcentaje incluye TODAS tus deudas. Y debe dejarte margen para seguir ahorrando y vivir sin angustia financiera constante.
Cuándo la respuesta correcta es: todavía NO
Después de revisar estos 6 factores honestamente, muchos descubrirán que la respuesta es: aún no es mi momento.
Deberías esperar si:
- No tienes ahorrado el 30% + fondo de emergencia adicional
- La suma de tus cuotas mensuales de deudas supera el 30% de tus ingresos
- Tu situación laboral es inestable o reciente (menos de 2 años)
- Necesitarías más de 20 años para que la cuota sea "pagable"
- La suma de cuota + gastos de vivienda supera el 40% de tus ingresos
- No entiendes claramente cómo funcionan las tasas de interés
- Estás considerando la hipoteca por presión social
En estos casos, lo inteligente es trabajar en mejorar tu situación financiera primero:
- Seguir arrendando mientras ahorras más capital
- Pagar o reducir significativamente tus deudas actuales
- Consolidar tu situación laboral
- Educarte sobre cómo funcionan realmente las hipotecas
- Aplicar bricolaje financiero para optimizar recursos actuales
Mientras tanto, arrendar no es "botar la plata". Es pagar por flexibilidad, por tiempo para prepararte mejor, por la opción de tomar la decisión correcta cuando realmente estés listo.
En finanzas personales no prospera quien se mueve más rápido o toma más riesgos. Prospera quien mejor se adapta a su realidad específica, quien toma decisiones basadas en conocimiento real, no en emociones o presión externa.
Pedir una hipoteca en el momento equivocado puede destruir tu libertad financiera durante décadas. Esperarla hasta el momento correcto puede ser la decisión que te permita construir patrimonio sin sacrificar tu tranquilidad.
La pregunta no es "¿puedo conseguir que me aprueben?". La pregunta correcta es "¿Debo pedir una hipoteca AHORA, con las condiciones que tengo en este momento?".
Solo tú, después de evaluar honestamente estos 6 factores, puedes responder esa pregunta.
Aquí te dejo una guía descargable que te va a permitir tomar mejores decisiones.
Este artículo ha sido elaborado con fines informativos y educativos. No constituye asesoría financiera personalizada. Se recomienda consultar con un asesor financiero para obtener asesoría personalizada sobre tu situación particular.
Si estás buscando una manera efectiva de mejorar tu situación financiera, te invito a contactarme.
Como experto en finanzas personales, y con la ayuda de un Coach Ontológico podemos ayudarte a:
Identificar tus creencias y patrones limitantes que te impiden alcanzar tus objetivos financieros.
Crear un plan financiero personalizado que se ajuste a tus necesidades y estilo de vida.
Implementar estrategias para optimizar tus ingresos y reducir tus gastos.
Aprender a invertir de forma inteligente y segura.
Tomar decisiones financieras responsables
Preguntas que pude resolver este artículo:




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